Tuesday, January 30, 2007

El ajedrez cósmico


Mirar desde atrás, escucho decir a la última voz en terminar de hablar. Mirar desde atrás, y son los instantes en que comienzo a sentir nuevamente esta devastadora soledad de estar aquí, en medio, a la orilla, al costado del todo y la nada, navegando este desierto y siendo parte de este viaje sideral. Me pregunto si en verdad estas voces estaban presentes, me pregunto si me hablaban a mí, me pregunto también si son verdad; pero no tengo a nadie a quien preguntar, salvo a los fantasmas que me han perseguido desde el momento que decidí saltar el abismo y buscar a los otros: figuraciones del mundo que han entrado sin ser invitadas, clamores de miedo y autocompasión, en ocasiones falsas voces de consuelo que sólo quieren hacerme regresar, que me incitan a volver, a ser nuevamente parte de una existencia sin rumbo, pero mucho más fácil. A estas alturas del viaje, he dejado de repudiar a estos fantasmas, he dejado de sentir emoción y apego alguno por ellos; sólo están ahí, esperando su tiempo para volver a su sitio, aguardando silenciarse para siempre. Los he dejado hablar solos hasta que se desgasten, porque sé que ya no tendrán nada de mí; mi decisión ya esta tomada: he elegido este destierro. Es por eso que cada vez que los escucho, intento reírme con ellos, de la misma forma en que reía cuando oí por primera vez sobre la posibilidad de encontrar la libertad total.
Llego al silencio y nuevamente pregunto: ¿Por qué se habrán ido los otros? ¿Se habrán ido en verdad, o se encuentran esperando a que nos reencontremos en otra etapa de este camino?. Antes que pueda especular acerca de alguna respuesta y mucho antes de que pueda formular otra temerosa interrogante, siento la respuesta llegar hacia mi, y junto con esta, una merecida reprimenda del otro: "Ya lo sabes, Ellos están ahí y están también aquí, están espectantes y anhelantes al reencuentro, sólo sigue caminando, sigue buscando el lugar donde estamos todos Nosotros, todos los Otros, los viajeros en el cosmos".

Cuatro guardianas sin enigmas,
Otras cuatro vigilantes,
Ocho vientos de la luna,
Son la matriz de la altura.

Dos planetas espectantes,
En lo oscuro del instante,
Son como el mismo melisma,
Del delirio en cielo menguante.

Todas cardinales de dos caras,
Las pleyades, mismas insolentes del ayer,
Todas destellos, todas miradas;
Ocho sedas del presente,
Todas siempre las mismas.

Cuatro jinetes de plata,
Sobre las nubes escarlata,
Navegan tras la niebla sembrada,
Tras los vórtices que su clamor invoca.

El que sabe todo siempre lo que sabe,
El que sueña tras la sombra,
El mismo de la voluntad inquebrantable
Y el que no teme a la lucha infranqueable.

Todos los pilares del equilibrio,
Semblantes abierto del anhelo,
Todos Otros carmesí,
Cuatro espadas en pleno vuelo.

Trinos llegan desde la otra parte,
Señales y signos inmortales,
Son llaves viajando con la cruz,
Fulgor a velocidad luz.

Quienes enlazan la tierra,
Abrazan todo y lo despiertan,
Son la misma célula y oración:
El espíritu mismo y conexión.

Los últimos dos cuatro
Cuatro para servir,
Sólo entrega humilde y corazón,
Dar siempre vida, vida en comunión.

Queridos compañeros de viaje: Siento que poco a poco estamos encontrando el corazón de esta ruta, es por eso que sigo aquí, manteniendo la firme esperanza de que podremos cumplir con nuestra leyenda personal: llegar a nuestro cuerpo infinito. Sigo aquí, trazando poco a poco la bitácora de nuestra partida. No estoy solo, la luz de los signos del alma y el intento, mi compañero inseparable, me ayudan en esta amada búsqueda; Así juntos, recogiendo cada rastro que el Espíritu nos pueda dejar, llegará el tiempo en que cada uno de nosotros abrirá las puertas que nos separan de la fuente de eternidad.

Hanyrya eruana-el, amo-el.


2 comments:

Viajera said...

=O

es poco lo que puedo decir.... realmente tu post me dejo con la boca abierta... con una mezcla de miedo, asombro, añoranza...no se una mezcla de cosas.... saludos!

Mónica Sabbatiello said...

En ese no lugar que te encuentras la no puerta que no necesitas que ya está abiertamente conectada al infinito, no creo que busques más lo que ya tienes de sobra, sólo soltar-te, totalmente, que ya estás allí.