Tuesday, February 06, 2007

Mirando de frente lo desconocido


He caído eternamente en esta rueda. Desde ese día he caído y el vértigo no ha cesado de hurgar en mi estómago. Bajo mi ombligo, sobre mis anhelos y también en el constante recuerdo de los otros, el ingenuo vértigo continúa buscando infructuosamente una justificación al aquí y aquí, una explicación a la incontrolable y dura dualidad a la que he estado sometido, al saber sin saber, al mirar desde atrás el destello de una esencia propia pero impersonal; tan impersonal como el reconocernos sólo granos de arena, gotas de océano, segundos de la eternidad. Es por eso que no hay respuestas, no está en el vértigo saber y comprender los vaivenes de la locura y fecundidad de la otra realidad, sólo vértigo, sólo ser.

Nuevamente presente y conciente en esta ya querida morada de lo sagrado, presiento una nueva partida, la llevo tan fuertemente conmigo que es imposible evitarla, quitarla de estas letras y esta crónica. Es este mismo sentir y no sentir, la misma fuerza abstracta, la que hace levantar mi cabeza y fijar mi atención en el altar de este templo. Cuento dieciséis grandes cirios encendidos, dieciséis flamas sacudidas por una extraña pero tranquilizadora brisa. Dieciséis luces alrededor de un mistérico velo semitransparente. La danzante emanación de estos cirios, desenmascara lentamente el verdadero significado de esta velada imagen: Tras el velo, un inmenso, un antiguo libro protegido y acompañado celosamente por el inpalpable fulgor de lo desconocido, lo innombrable, canto de un sortilegio universal. La posibilidad de tomar en mis manos, de contemplar este libro y percibir en él todos los sentidos, hace que la fragante y quimérica seda de este dosel arcano me envuelva en su danza, en su atracción irremediable, en su seducción coral de princesa sideral. El instinto se torna indomable y me sumo al rito de los diecisés, me sumo a la danza del delirio. Decididamente tomo el libro y lo abro para conocer su ansiado secreto. Tenue y delicadamente se esculpen desde mi voluntad imágenes de una nostalgia futura; silvidos en tres dimensiones que evocan al rito: se invoca el céfiro y la luna menguante, la sombra y el rayo penetrante, la tierra y su semblante...
Se acercan y me acerco a ellos , siento su respiro cerca de mi oído y no temo, no dudo esta vez, Debo partir nuevamente. Antes de dejar este ensueño de cuarzo, su música y su telúrica compañía elevo una plegaria: Intento, Intento, Intento... !Regresaré a este templo infinito junto a los otros, junto a la otra!

Voz de lo profundo,
Aster lunor,
Clamor del eco oculto,
Aster magel,
Siembra el ensueño en el mundo,
Aster tengis,
Eleva la luz de una nueva partida,
Aster lucens.

Hermano de la altura,
Aster Kunoel,
Hermana de la espesura,
Aster Ynoel,
Refulgente mirada,
Aster Kolus,
Incesante sombra dorada,
Aster Bey.

Amigas y amigos de lo eterno: Levantemos serena y desprendidamente nuestra mirada hacia el horizonte. Contemplemos juntos y libremente nuestra senda bajo las alas intento. Seamos testigos y protagonistas de nuestro encuentro con el infinito.

Muchas bendiciones para esta semana.



1 comment:

Viajera said...

este blog no deja de sorprenderme...

es extraña lo que se siente al pensar que somos -con tus palabras- solo granos de arena, gotas de oceano, segundos de la eternidad.
Cuando yo era mas chica me asustaba un poco pensar en eso... ahora ese miedo cambio por asombro, emocion, curiosidad, etc... a veces un poco de rabia por el tiempo que he perdido.... una buena semana para ti tambien... saludos!